Era un gran negocio de importación y exportación relacionado con la agricultura. Amplios campos en la provincia de La Pampa. República Argentina aseguraban materia prima abundante y mano de obra barata que llenaba de billetes las arcas de los hermanos Rodríguez.-El dinero era lo único que no faltaba en esa sociedad aunque la apetencia de poder comenzaba a ser un motivo de roce y de disputas.Qué importancia tiene la riqueza si  uno es marginado de los eventos de importancia, de los acontecimientos a los que concurría una pequeña elite vinculada con la historia, la aristocracia, el gobierno.

Nada para ofrecer sólo dinero  pero para acceder al círculo apreciado se necesitaba en gran cantidad, Tanta como la que constaba en el seguro que garantizaba sus bienes.Súbditamente aparece la gran ocasión un trato sucio, ilícito pero que dejaba una extrema diferencia. Era necesario aportar todo lo que se tenía y mucho más,  pero ello dejaba sin base los negocios propios.¡¡¡El seguro!!! Gran idea del hermano Miguel, pero debía haber un robo, de  envergadura, que desvalijaran totalmente la empresa y así la aseguradora cubriría generosamente  y con esos fondos cualquier inversión oficial o atrevida era posible.-¿Qué hacer?-Mientras los hermanos pensaban entró a la oficia Miguel Benítez, gerente de máxima confianza, toda una vida en la empresa, responsable de los números, las cuentas al día que hicieron de un asunto menor una empresa importante.-Ambos hermanos se miraron ¡Benítez!.....-Al día siguiente La policía copaba las oficinas principales de la empresa. Habían vaciado la caja fuerte donde habían ido a parar todos los recursos de la firma luego de la extracción bancaria del día  anterior con el fin de hacer la máxima inversión de importación de la Sociedad.-Hoy Rodríguez Hnos. S.A. era nada. Ni un centavo un cumulo de deudas e inmuebles y muebles insuficientes para cubrirlas.-Los Hnos. Rodríguez se apuraron en acusar Benítez. En su casa se encontraron dos fajos de billetes  provenientes de la caja de seguridad de la empresa que estaban marcados, el resto del botín desapareció.-Benítez fue detenido. Sin dinero se designo al defensor oficial, que recién se entero de el cuándo se elevó la causa a juicio y se hizo cargo del caso el defensor de Cámara. Nada por aquí, nada por allá y solicitada que fue la absolución por falta de pruebas y  en caso de duda se aplique el mínimo de la pena.Ocho años le aplicaron a Benítez.Los cumplió - tamaña mala suerte - en el penal de Sierra Chica. Lo involucraron en tantos motines como existieron y termino – sin saberlo-comiendo empanadas rellenadas con los restos de Gerardo. Su mejor amigo en el encierro.-Mil padecimientos pero al fin llegó el día de la liberación. Seco sonido el portón de la cárcel cerrándose tras sus espaldas.. Ocho años había estado preso. Ya afuera esparcía miradas como de líquido hirviente.-Siempre juró vengarse. Lo hizo público. Lo difundió.-Los hermanos Rodríguez se enteraron. Marcos, el menor, falleció el mismo da en que Benítez era liberado.Miguel comenzó a huir, sabía que Benítez se vengaría a cualquier precio.Amigo de la noche comenzó a frecuentar bares y restaurants que le eran totalmente ajenos tratando de despistar a Benítez. Este, buen sabueso, fue siguiendo sus pasos. Miguel Rodríguez presintiendo el enfrentamiento se armo con una pistola de guerra, gran poder de fuego, pasada por un amigo de fechorías.Una noche mientras celebraba con copas en alto vio a través de la ventana a Benítez. Le temblaron las piernas, más inmediatamente volvió en sí y corrió a la puerta trasera, fugó por  el callejón y al doblar se topó con Benítez. Lo miró, vio que su mano prestamente tenía destino de cintura. Sin pensar disparo e hizo pedazos su corazón.-Sin una palabra se entregó. Dijo que Benítez lo amenazó con un arma.

La policía reviso el cadáver. Entre la mano derecha de Benítez y su cintura la autoridad encontró una carta de Marcos Gutiérrez  de fecha anterior a su excarcelación explicándole que antes de morir quería aliviar su conciencia y le reconocía que nada tenía que ver en el mentado robo. Que todo fue un ardid armado por su hermano Miguel y él; que lo perdonara.

Ningún arma se encontrò entre las ropas de Benítez.