Cualquier semejanza con algún hecho de la realidad es azarosa coincidencia.

Alberto García era el Fiscal General de Reino del Revés y desde hacía años tenía a su cargo la investigación del grave atentado ocurrido en el Templo de los Oriones donde habían fallecido decenas de ciudadanos revesianos y tanto empeño, tanta tenacidad, fue lentamente dando resultado y hoy, corroboradas todas la pruebas, había logrado concluir la denuncia que señalaba sin lugar a dudas que sicarios de la República de Placton habían sido los autores del tremendo crimen como también que la Reina Batata, el General Del Día y el Coronel Pedro Gris, habían encubierto a los delincuentes.



Ansioso, concreta el requerimiento ante el Juzgado Mayor del Reino del Revés haciendo saber en todos los medios y de diversas maneras de su atrevida acusación que sin duda le traería graves problemas y quizás le costara su vida pero que fiel al riguroso cumplimiento de su rol la llevó a cabo comprometiéndose a presentar la abundante prueba en que fundaba su petición ante la Legislatura del Reino. 

Enterada de la denuncia fiscal en su contra, la Reina Batata estalla en un indescriptible ataque de ira que culmina exigiendo al ejecutor tajantemente:

- "Sacáme de encima a ese hijo de Satán", a lo que el ejecutor contesta:

- Así será Su Majestad.

Esa noche el ejecutor no durmió pergeñando el plan para cumplir la orden impartida y que comenzó a concretar la mañana siguiente citando a su despacho al principal colaborador del Fiscal García,  Jorge Piñón, al sicario Juan Blanco y al agente Carlos Fijo, custodio del Fiscal García para las 18 hs. de viernes.

El día y hora fijada los citados se reunieron con el ejecutor en el lugar indicado y allí este comenzó  a explicar el motivo de la junta.

-Señores la Reina me ha dado la orden de sacarle de encima al Fiscal Alberto García y para ello, sin peros que valga, ustedes cumplirán el siguiente plan que he pergeñado a saber: Sr. Jorge Piñón uste mañana deberá acudir a la casa de García, le dirá que un arrepentido de Placton lo contactó y le dijo que sabía detalladamente lo ocurrido y los ciudadanos plactones que cometieron el atentado, sin duda el Fiscal le dirá que lo lleve de inmediato, además tendrá que ocultar en algún lugar accesible su arma calibre 22 que porta habitualmente.

Luego de cumplida esta primera parte del plan, Sr. Piñon, se encontrará con el "arrepentido", que no es otro que mi estimado Juancito Blanco, en el bar de Aguirre y Tomas a las 17 hs. y luego de indicarle en que sitio escondió el arma en la casa de García ambos marchan tranquilos a la reunión con el Fiscal.

Llegados al lugar golpean la puerta de servicio acompañados por el agente Fijo que se encargará de cachar a Blanquito, asegurándole al Fiscal que no lleva armas, que está limpio.

Aquí mi querido Piñón se ofrecerá a preparar café con la previsión de colocar en la taza del Fiscal una porción generosa de escopolamina en polvo que aquí le entrego y que hará que el Fiscal se someta mansamente a las órdenes de Blanquito.

Concretada la maniobra Piñón y Fijo salen por donde entraron dejando a solas a Blanco y el Fiscal.

La escopolomina hará efecto de inmediato y allí Blanco toma la pistola que dejó escondida Piñón, cambia las balas comunes por otras de punta hueca, coloca el silenciador, arma una situación de suicidio  y mata al Fiscal.

Luego Blanquito, limpia cuidadosamente cualquier huella o rastro y sale por la puerta de servicio dejando la llave del lado de adentro de la cerradura inferior. Las cámaras de seguridad están desactivadas.

-¿Entendieron bien?

-Sí señor,no hay problemas repiten los súbditos citados.

- Ah dice el ejecutor, usted Fijo dígale a los demás guardias que acabada la misión dilaten el ingreso a la vivienda de García, por cualquier eventualidad.

-Así  lo haré señor.

Concretada la operación, mientras la sangre noble de Alberto tiñe de rojo el piso del pequeño baño donde fue asesinado, el ejecutor -celular mediante- confirma a la reina Batata desde los mismos jardines de la residencia que el Fiscal Alberto García había sido suicidado.